No eres la misma persona que eras, las cosas que me atraían de ti no están, pero cuando logro olvidar que las echo de menos vuelves y descolocas mi vida sin que te importe lo que me pueda afectar.

Si había una cosa que estaba aprendiendo de todo aquello, era lo fácil que resultaba perder lo que uno había creído que tenía para siempre.

Porque te vi, te dejé entrar, cerré la puerta 

Y TE ELEGÍ.

Así terminan todas las historias;

 con besos sobre el hielo derretido, amores como puertas giratorias que ayer fueron verdad y hoy se han rendido.

A veces pienso que ojalá no te hubiera conocido y luego me regaño a mí misma y me digo que qué digo, que lo feliz que me hacían las palabras que me escribías valen cada una de las tristezas que ahora me procesas. Reperiría sin dudarlo cada cosa que te dije. No te mentía si te decía que te quería, y no te miento si te digo que ojalá te hubiera querido un poco menos. Porque te pienso y es como si me echarán agua hirviendo. Dueles demasiado o eso creo.

Nos merecíamos una despedida, muchos besos, unas cuantas carícias y un montoncito de ilusiones.

Contigo se me antoja una taza de café, una noche que se convierta en amanecer, un atardecer de manos entrelazadas y un cúmulo de sonrisas.

Se despidieron pero por dentro nunca se dijeron adiós

A veces también se me acaban las sonrisas para ti, a veces también se me acaban las ganas de escribirte. Pero te amo, ojala lo entiendas, siempre te amo, pero a veces mis abrazos no tienen calor y mi boca no sabe que decir… Pero te amo, siempre te amo, cuando no te convengo, cuando no me soportas, cuando te odio, te amo.

Pero amor como el mío no hallarás por ahí.

Seguía totalmente despierto, me era imposible dormir, me di la vuelta y noté un dolor en el alma. 

Algo iba mal.

Hice con mi intento de olvidarte lo mismo que hago cuando tengo un moratón, que lo toco de vez en cuando solo para saber si sigue doliendo. A ti te pensaba solo para ver si seguías doliéndome; lo hacía por instinto, porque necesitamos saber que aún podemos sentir dolor, y por puro masoquismo.

Y secandose las lágrimas, ella le dice..

Pero si quieres irte, cuídate mucho.

Y siento celos al pensar que un día, alguien, que no te ha visto todavía, verá tus ojos por primera vez.

Que pesadilla seria que alguien ocupara mi lugar.

Ni la primavera quiere saber de mariposas desde que te fuiste.

JUNTOS Y A LA VEZ SEPARADOS

Todos tenemos algo que nos apasiona, todos tenemos a alguien que nos eriza la piel con sólo pensarle. Pero tenemos también ese nombre que nos duele.

Me encantaría llamarte ahora mismo y decirte que te echo de menos. Decirte que mi vida ya no tiene sentido sin ti. Pedirte perdón por la dureza de mis palabras, por no haberte valorado lo suficiente, por creer que te tenía comiendo de mi mano. Me encantaría llamarte y decirte que tú eras todo lo que tenía, y que ahora, sin ti, el vacío es demasiado grande. Me encantaría llamarte y decirte muchas cosas pero sé que no es mi voz la que quieres oír.

Seré tu memoria cuando necesites recordar cómo se ama.

No me mires de esa forma, como si yo fuese tu persona favorita en el mundo, tu mejor casualidad, tu buena suerte. No me mires así, si después te vas.

"Nunca estuve más cerca de lo incierto en toda mi vida. Lo cierto es, que ahora que estoy aquí, y no sé bien donde me encuentro, me encuentro más seguro que nunca, ubicado en ninguna parte pero con un ejército de sueños, todos por delante.
Harto de ser parte del séquito triste de los que se quejan y se quedan allí, me propuse intentar hacer las cosas por las que me quejaba para ver si en efecto eran tan simples como las pensaba.
No se trata de un ajuste de cuentas ni de una cátedra de nada, es sólo ese afán carente de metáforas y estructuras que me lleva al lugar que pretendía que fuera cálido como mi primer casa de uterina donde no me faltaba nada y sólo dependía del más grande amor de mi vida.
Tengo los zapatos que me gustan y los uso porque me gustan y me vienen cómodos, no porque los necesito para pertenecer a ningún grupo. Tengo las canciones que soñé y el camino que les toca lo cuidaré porque nunca fueron tan mías como las son ahora. Reconstruyo los sueños rotos y los armo a mi antojo para formar figuras que se vean bien en la estantería de mi vida.
Sangro de contento, muero de felicidad, y vivo de agonía esperando el futuro incierto que me depara. Así son las cosas de la libertad. Así es despertar loco de remate por culpa de una ráfaga de cordura que me sometió al riesgo hermoso de lo incierto. Independiente, así me siento."

Edgar Ricardo Arjona Morales.

Ella camina a paso firme con la cabeza bien alta , con la mirada al frente. Por dentro esta destrozada. Pero por fuera no va a permitir que eso se refleje. Tiene los ánimos por el suelo, pero lo soluciona con unos tacos de 15 cm. 
La vida le da la espalda, pero ella continua. El día es gris, pero ella lleva gafas de sol. No le apetece nada, pero sonríe, el tiempo pasa deprisa, muy deprisa, pero ella aprovecha cada segundo. Prefiere quedarse en casa, pero sale a enfrentar al mundo.

Porque al fin y al cabo, si no lo hace ella, nadie lo hará por ella.

Al final, cuando todo acabó, se echaron de menos. Se echaron de menos el uno al otro y, curiosamente, cada uno a sí mismo.

TÚ ME TENÍAS.

Lo vi, y me dolió, no porque fuera con alguien, sino porque iba sin mí.

La despedida ha sido dura, pero algún día volveremos a reencontrarnos.

A veces lo mejor es dejar de hablar, porque nuestras conversaciones interminables ya no llevan a ningún sitio, porque el mundo no se para al ver el mensaje que me has escrito, porque ya no me quedo despierta hasta tarde mirando la pantalla y contandote que tal el día.

Porque todo acaba, y por primera vez deberíamos empezar la despedida.

Y el día en que se fue había un cielo azul que lo cubría todo, con un sol radiante en lo alto, como riéndose de mí, que lo veía todo gris.

Algo habremos hecho mal para estar juntos de nuevo.